martes, 27 de julio de 2010

El joven Takamatsu y los luchadores de la escuela Musashi

Tras el artículo sobre la lucha desarmado en la escuela Bujinkan y su sistema Nin Jutsu – Budo Taijutsu, presentamos un breve relato escrito por el Dr. Masaaki Hatsumi, 34º soke de Togakure Ryu Ninjutsu y fundador de Bujinkan Dojo. En él nos relata una historia narrada por su maestro, Takamatsu Toshitsugu, de la época en que era joven y aprendía el arte de la lucha bajo la tutela de su abuelo, el gran maestro Masamitsu Toda Shinryuken. Takamatsu cuenta cómo venció a un luchador de otra escuela, para después lograr un espectacular empate con otro contrincante, con el que entablaría gran amistad.

"KOTORA Y KANZAKI"
El joven Takamatsu y los luchadores de la escuela Musashi

Grupo Universitario - Bujinkan Dojo ORIENTE IQUIQUE CHILE

Al maestro Takamatsu lo llamaban Kotora (pequeño tigre) cuando tenía unos quince años, y asistía a una escuela inglesa en Kobe. Durante el camino de regreso, un día se detuvo en el dojo del maestro Toda Shinryuken. Toda sensei le dijo a Kotora: “Llegas justo a tiempo. Hitotsubashi y Kanzaki, ambos maestros del taijutsu de la escuela Musashi, nos acaban de desafiar a un combate. Kotora, ¿lucharás tú contra ellos?”

"Sí, lo haré", dijo Kotora.

Kotora luchó primero contra Hitotsubashi, abrumándolo con su fuerza espiritual. Parecía que estaba empleando alguna forma de Shirabegata. La observación de los movimientos del enemigo. Kotora acumulaba la presión espiritual contra el lenta pero constantemente. Hitotsubashi estaba abrumado y trató de golpear en un punto vital del pecho de Kotora con su puño derecho. Kotora se protegió del golpe con su mano derecha y adoptó una postura muy baja (la forma “sensei”) para derribarlo con una patada.

Hitotsubashi saltó.

En ese preciso instante, Hitotsubashi estaba preparado para atrapar a Kotora desde el aire en un contraataque empleando pies y manos. Kotora emitió un enérgico kiai. Hitotsubashi cayó precipitadamente, con tal impacto que pareció que el suelo se hubiese roto. Hitotsubashi se desmayó.

Viendo el panorama, Kanzaki se levantó. Como en el combate anterior, Kotora y su adversario se observaron el uno al otro, sometiéndose a presión espiritual. Kanzaki era un genio de 29 años, a quien llamaban el kishin de la escuela Musashi. Incluso se le permitía otorgar el título de maestría en taijutsu de la escuela Kanzaki Musashi. Ambos pensaron: “Es mi igual”. Y por un momento, compitieron con sus ojos y su poder mental.

De pronto, la mano derecha de Manzaki saltó, pero era una finta. Kotora, que era joven y confiado, reaccionó, esperando un golpe de la mano derecha de Kanzaki, girando su mano izquierda, pero fue atrapado. Kanzaki golpeó ferozmente a la articulación del codo izquierdo con el canto de su mano.

Ignorando el codo roto, Kotora contraatacó instantáneamente con una técnica llamada Gyaku Ganseki Otoshi (lanzar al oponente contra el suelo cayendo de cabeza primero). Kanzaki no pudo mantenerse de pié y se derrumbó.

Kotora pensó “Lo logré”. Pero en ese momento, se sintió enfermo y cayó al suelo.

En el taijutsu de la escuela Musashi, se deja que el oponente crea que ha vencido. El adversario piensa, “lo hice”, y en el momento en que baja la guardia, se consigue la ventaja de su momento desprotegido y se logra la victoria final.

Sin embargo, Kanzaki no pudo evitar el potente Gyaku Ganseki Otoshi que le realizó Kotora, y quedó inconsciente.

Por otra parte, Kotora estaba dañado por un ataque a sus oídos y su brazo izquierdo. La articulación del brazo estaba dislocada y él también se desmayó. Toda sensei devolvió a ambos luchadores a la consciencia. Cuando se recobraron, compartieron el placer de haber tenido un buen combate. Kanaki dijo “He tenido siete u ocho luchas en mi camino de Tokio a Kyoto en el Tokaido [ N. d. T.: Zona del este del Japón y también ruta oriental del mar ] y nunca he sido vencido. Estoy asombrado de mi derrota dado que el maestro Toda me dijo que sólo tienes quince años.” Después, Kotora y Kanzaki debatieron con gran entusiasmo las características del taijutsu de la escuela Musashi.

Los jóvenes maestros que siguen el mismo arte marcial pueden conversar sin fin.

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